Los órdenes de suelo siguen el sistema de clasificación de suelos de los EE.UU., propuesto por la Soil Survey Staff en 1975, y acogido en Colombia en la segunda mitad del siglo XX. Los órdenes están ajustados a un modelo jerárquico que agrupa suelos similares en categorías muy generales, y su principal objetivo es servir de soporte para el levantamiento de suelos, especialmente la correlación de las series y la definición de las unidades cartográficas.
Variables químicas y físicas
Existen propiedades del suelo que debido a su distribución en el espacio pueden mapearse como variables continuas. En esta aproximación se presentan variables que han cumplido condiciones básicas para su mapeo a partir de técnicas digitales, como la cantidad de muestras con registro de las propiedades, distribución en el área de estudio e importancia. Todos los mapas fueron calculados a una profundidad de 20 cm, tras procesos de estandarización y modelamiento.
Calidad de suelos
La calidad de un suelo viene definida por la capacidad que tiene para realizar funciones necesarias para un uso previsto (USDA, 2018), que en el caso agrícola puede estar en función de soportar el crecimiento de las sistemas productivos sin que implique degradación (Gregorich & Carter, 1997). La evaluación de la calidad de suelo para un cultivo se realiza a partir de sus propiedades inherentes y dinámicas, con las cuales se construyen indicadores que describen su capacidad para funcionar. Los componentes que abarca son físicos, químicos, biológicos y sus interacciones.